y bueno continuando con el sábado anterior. hoy continuamos con la historia de Lineage II :
CAPITULO IV LA GRAN INUNDACIÓN
Después de que Shilen se hubiera ido, Eva heredó
la autoridad para gobernar sobre las aguas. Pero Eva era de naturaleza tímida y
después de presenciar el terrible fallecimiento de su hermana mayor y la guerra
entre los dioses, ella se volvió aún más temerosa. Para evitar la pesada
responsabilidad que le correspondía, cavó un túnel en el fondo de un lago y se
ocultó.
Sin una diosa que gobernara sobre ellos, los
espíritus del agua se encontraron sin propósito y comenzaron a vagar sin rumbo.
Un montón de agua se dirigió hacia un mismo lugar y formo un pantano. El agua
no fluyó entonces en otro lugar y allí se formó un desierto. A menudo, partes
del continente se hundían inesperadamente en el océano o una isla nueva
aparecía repentinamente en medio de ninguna parte. En algunos lugares, llovió
día y noche hasta que todo excepto las cimas de las montañas más altas se
encontró sumergido.
Allí donde seguía habiendo cualquier pedazo de
tierra sobre el agua, todas las criaturas vivas se reunían para preservar su
vida y la tierra cayó en el pandemónium. Tanto en el continente como en el
océano, todas las criaturas sufrían. En nombre de todas las criaturas vivas,
los gigantes solicitaron ayuda a los dioses.
Einhasad y el Gran Kain buscaron por todas partes
en el continente y finalmente encontraron el lago en el cual se ocultaba Eva.

“Eva, mira qué sucedió porque evitaste tu
responsabilidad. Estás destruyendo la armonía de este continente que creamos
con todos nuestros esfuerzos. No toleraré que continúes desobedeciéndome.”
Einhasad estaba tan enfurecida que sus ojos ardían brillantes como rugientes
llamas.
Debido a las inundaciones, incontables gigantes y
criaturas vivas partieron al mundo de Shilen. Esto hizo que Einhasad envidiara
a Shilen. Temblando con miedo, Eva terminó de rendirse a su madre. Cuando Eva
asumió su autoridad para controlar las aguas, los desastres cesaron
gradualmente. Sin embargo, era imposible restaurar el continente que yacía en
ruinas.
CAPITULO V EL DESAFIÓ DE LOS GIGANTES
Los gigantes comenzaron a abrigar escepticismo en
sus corazones. Gran Caín ya había probado su propia estupidez creando una
humilde criatura viviente llamada humano. Además, debido a la lasciva conducta
de Gran Kain y a los celos de Einhasad, El Inframundo fue creado y varios
demonios fueron creados. Debido a la debilidad e incompetencia de Eva el
continente fue gravemente deformado. Las semillas de la duda comenzaron a
brotar en las mentes de los gigantes. ¿Merecían estos dioses su adoración?

Los gigantes podían montar en carros hechos con
sus propias manos y entrar y salir libremente del palacio de los dioses. Ellos
podían usar la magia para elevar una isla por los aires y vivir en los cielos
como dioses. Ellos podían prolongar sus vidas hasta parecer que vivían
eternamente. Los gigantes comenzaron a pensar que su poder era equiparable al
de los dioses. A pesar de su sabiduría, se hicieron demasiado arrogantes.
Y así los gigantes comenzaron su intención de convertirse
en dioses.
Comenzaron a experimentar modificando organismos
vivos para crear nuevas formas de vida. Los Gigantes llamaron a la magia que
hacia posibles tales milagros “ciencia”. Ebrios de poder, los gigantes
organizaron una fuerte armada para combatir contra los dioses a pesar del error
de Shilen, los seis dragones, y numerosos demonios que emprendieron esa misma
tarea.

“Al igual que eres la Madre de la Creación” le
replicó, “la destrucción es mi responsabilidad. Sabes muy bien que tuve que
resignarme cuando envidiaba tu cometido. Yo castigare a los gigantes por su
conducta arrogante. Si después continuas deseando destruir el mundo, luchare
contigo con todo mi poder.” Gran Kain no iba a permitir la destrucción del
continente, no importaba como, y Einhasad estaba muy ofendida por la
intervención de Gran Kain. Aun así, como ambos eran de un estatus similar, ella
no podía detenerlo.
Finalmente Einhasad entro en razón. Para castigas
a los gigantes, decidió tomar prestado el martillo de Gran Kain – conocido como
el Martillo de la Desesperanza. Debido a su inmenso poder destructivo, ni
siquiera Gran Kain había usado jamás esa arma. Aun llena de furia, Einhasad
levanto el martillo alto sobre su cabeza y lo arrojó hacia el centro de la
ciudad de los gigantes.
CAPITULO VI EL FIN DE LAS EDADES
Solamente cuando llamas rojas comenzaron a caer
desde los cielos los gigantes se dieron cuenta del tremendo error que habían
cometido. Combinando todas sus fuerzas intentaron frustrar el furioso
lanzamiento de Einhasad y el Martillo de la Desesperanza. Pero incluso con el
poder de los gigantes, no pudieron más que desviar ligeramente el trayecto del
martillo, que seguía segando las ciudades mientras descendía a el mundo.
Fue suficiente para destruir a la mayor ciudad del
mundo; incontables gigantes y otras razas fueron instantáneamente diezmadas. Un
gran agujero fue creado en la tierra y inmensas olas cubrieron la superficie.
Finalmente, casi todos los gigantes habían perecido.
Aquellos gigantes que consiguieron sobrevivir
huyeron al este para evitar la ira de Einhasad. Su camino era similar al que
había tomado Shilen en su lucha. Einhasad continúo cazándolos uno por uno y
quemándolos hasta la muerte con relámpagos. Los restantes gigantes fugitivos
temblaban de temor y rezaron a Gran Kain.

De repente Gran Kain sintió que le embargaba un
sentimiento de piedad por esas pobres criaturas y reflexiono que los gigantes
ya habían sufrido suficiente por su transgresión. Alzando las más profundas
aguas de los mares del sur bloqueó el paso de Einhasad.
Einhasad gritó de furia, “¿Qué es esto?! ¿Quién se
atreve a interferir en mi camino?! Eva, mi querida hermana, líbrate del agua
que bloquea mi paso ahora mismo o prepárate para meterte en los pasos de tu
hermana mayor!”
Eva temía a Einhasad e inmediatamente devolvió las
aguas al océano. Einhasad continuo persiguiendo a los gigantes, matándolos uno
a uno. Estos lloraron a Gran Kain de nuevo.
“Gran Kain! El más poderoso de los dioses!
Einhasad continua acechándonos, determinada a exterminarnos! Te rezamos, por
favor ten piedad y sálvanos!”
Gran Kain levanto la tierra en la que se
encontraban los gigantes. El gran risco impedía la persecución de Einhasad y
ella gritó en alta voz.
“¡Maphr, mi querida hermana! ¿Quién se atreve a
interferir conmigo?! ¡Baja la tierra en este instante. O prepárate para seguir
el camino de tu hermana!”
Temerosa por estas palabras, Maphr trato de
reducir la tierra, pero Gran Kain la detuvo.
“Einhasad,
porque no lo dejas? Toda la tierra conoce de tu furia y tiembla ante tu ira.
Los sabios pero estúpidos gigantes sienten el mal que han hecho hasta lo más
profundo. ¡Míralo por ti misma! La raza de orgullosas y nobles criaturas – que
una vez dominaron la tierra – esta escondiéndose en una estrecha franja de
tierra y temblando de miedo por intentar escapar de ti! Ya no pueden desafiar a
los dioses. Este lugar será la prisión de los gigantes para toda la eternidad.
Calma tu furia, tu venganza esta completada.”
Einhasad aun sentía ira, pero no podía actuar
contra los deseos de Gran Kain – la fuerza que poseía era igual a la suya. Ella
decidió eso, como había dicho Gran Kain, sería mejor dejar a los gigantes en esa
tierra estrecha y estéril para por siempre arrepentirse de sus pecados en lugar
de matarlos a todos. Acabo su caza y volvió a su casa.
Después de lo ocurrido, Einhasad rara vez
interfería con los acontecimientos de la tierra, puesto que había sido profundamente
decepcionada por los seres de la Tierra. Gran Kain también estuvo de acuerdo en
no mostrarse a sí mismo en la Tierra. La edad de los dioses estaba llegando a
su fin.
Con esto termina esta parte del lore de este juego que sera la semana que viene. espero que les haya gustado recuerde que puede seguirme en mis redes sociales para estar pendiente de lo que haga NOS VEMOS HASTA LA PROXIMA AVENTUREROS




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